Quiroga, Horacio
(1878-1937)
Escritor uruguayo. Nació en
Salto. Deportista y aficionado a las ciencias, funda la tertulia de Los tres
mosqueteros y se inicia en las letras bajo el patrocinio de Leopoldo Lugones.
Viaja a París en 1900 y hace una breve experiencia de la bohemia pobre. La
mayor parte de su carrera transcurre en Argentina, donde llega a ser muy leído
por sus cuentos publicados en revistas y recogidos en libro. Ejerce empleos
consulares y la crítica de cine, y pasa largas temporadas en el medio rural de
Misiones, en la frontera argentino-paraguayo-brasileña, ambiente del que tomará
temas para sus narraciones. Su carrera se abre en la poesía, dentro del ámbito
del modernismo, con Los arrecifes de coral (1901), obra sin mayor consecuencia.
Una vida dramática, siempre cercana a la estrechez económica, matrimonios
conflictivos, experiencias con el hachís y el cloroformo y el constante cerco
del suicidio, alimentan su tarea cuentista, una de las más importantes de
América. No le son ajenas las influencias de Rudyard Kipling, Joseph Conrad y,
sobre todo, el magisterio de Edgar Allan Poe, por las atmósferas de
alucinación, crimen, locura y estados delirantes que pueblan sus narraciones. A
veces se remonta a escenas conjeturales de la vida prehistórica o mezcla, con
extraña astucia, personajes humanos y animales que hablan, como en las fábulas
clásicas, pero estableciendo una sutil frontera entre la vida natural y la
civilización. Sus figuras de pioneros, de europeos abandonados en los confines
de la selva, de cansados de la vida y de empresarios alocados, crean un mundo
de intransferible personalidad, que no daña el habitual descuido de su
redacción.
Se suicidó en Buenos Aires en
1937.
El hombre que nos enseñó a tener frío - Juan Forn. Página12
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