Delia Lerner (Argentina) es
licenciada en Ciencias de la Educación y ha realizado estudios de postgrado en
Lingüística. Es investigadora en Didáctica de la Lectura y la Escritura así
como en Didáctica de la Matemática y ha dirigido diversos estudios en ambas
áreas, en Argentina y en Venezuela. Es Profesora Titular de Didáctica del Nivel
Primario en el Departamento de Ciencias de la Educación de la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y dicta Seminarios de
Postgrado en la Maestría en Didáctica de esta Facultad, en la Maestría en
Psicología Educacional de la Facultad de Psicología de la misma Universidad y
en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Tiene, además,
una vasta experiencia en formación continua de docentes, ámbito en el cual ha
dirigido diversos programas tanto en Argentina como en Venezuela.
La autonomía del lector: Un análisis didáctico -
Lectura y Vida - Año 23 Nº 3
Formar lectores autónomos es un
propósito indelegable de la educación obligatoria. Para cumplirlo, es necesario
ante todo aceptar que es también una tarea difícil. Una dificultad esencial es
la posición de dependencia que ocupa en la institución escolar el alumno,
precisamente ese alumno al que se intenta convertir en lector autónomo.
Para formar lectores autónomos en el marco de la institución escolar, no alcanza con modificar los contenidos de la enseñanza –incluyendo, por ejemplo, estrategias de autocontrol de la lectura–, es necesario además generar un conjunto de condiciones didácticas que autoricen y habiliten al alumno para asumir su responsabilidad como lector.
Para formar lectores autónomos en el marco de la institución escolar, no alcanza con modificar los contenidos de la enseñanza –incluyendo, por ejemplo, estrategias de autocontrol de la lectura–, es necesario además generar un conjunto de condiciones didácticas que autoricen y habiliten al alumno para asumir su responsabilidad como lector.
¿Es posible leer en la escuela? - Lectura y Vida Año 17 Nº 1
Leer es adentrarse en otros
mundos posibles. Es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es
distanciarse del texto y asumir una postura crítica frente a lo que se dice y
lo que se quiere decir, es sacar carta de ciudadanía en el mundo de la cultura escrita...
¿Es posible leer en la escuela?
Esta pregunta puede parecer extraña: ¿por qué poner en duda la viabilidad de la
lectura en una institución cuya misión fundamental ha sido –y sigue siendo–
precisamente la de enseñar a leer y escribir?
Leer y escribir... Palabras
familiares para todos los educadores, palabras que han marcado y siguen
marcando una función esencial –quizá la función esencial– de la escolaridad
obligatoria.
Redefinir el sentido de esta
función –y explicitar, por tanto, el significado que puede atribuirse hoy a
esos términos tan arraigados en la institución escolar– es una tarea
ineludible.
Enseñar a leer y escribir es un
desafío que trasciende ampliamente la alfabetización en sentido estricto. El
desafío que hoy enfrenta la escuela es el de incorporar a todos los alumnos a
la cultura de lo escrito, es el de lograr que todos sus exalumnos lleguen a ser
miembros plenos de la comunidad de lectores y escritores.
La relatividad de la enseñanza y la relatividad de la comprensión: Un enfoque psicogenético - Lectura y Vida Año 6 Nº 4
¿A qué llamamos “comprensión de la lectura”?
¿A qué nos referimos cuando hablamos de “enseñar”?
¿Es posible enseñar a comprender la lectura?
Esas son las interrogantes que se intentará responder en este artículo.
¿A qué llamamos “comprensión de la lectura”?
¿A qué nos referimos cuando hablamos de “enseñar”?
¿Es posible enseñar a comprender la lectura?
Esas son las interrogantes que se intentará responder en este artículo.
Conferencia dictada en las
Primeras Jornadas de Educación Intercultural de la Provincia de Buenos Aires,
Argentina: “Género, generaciones y etnicidades en los mapas escolares
contemporá neos”. Dirección de Educación Intercultural, La Plata, Argentina, 28
de junio de 2007.
A cualquiera de nosotros le puede
tocar ser “otro” en ciertas circunstancias sociales. Ser “otro” implica ser
diferente en algún sentido (o, simplemente, hacer algo diferente). Y toda
diferencia puede ser considerada como déficit, depende de quién tenga el poder
y de cómo lo use (consciente o inconscientemente).
En la relación docente-alumno,
esta cuestión es crucial.
Transformar la diversidad en
ventaja pedagógica no es fácil, pero es posible. Tenemos que seguir produciendo
conocimiento didáctico que permita avanzar por este camino. Nosotros y los
otros - El aula: un conjunto de personas diferentes - Condiciones didácticas -
Compartir la responsabilidad del aprendizaje - Superar la ficción de que el
tiempo del aprendizaje coincide con el tiempo de la enseñanza - Articular
formas de organización de la clase - Explicitar periódicamente los
conocimientos elaborados en y por la clase - Incluir en la enseñanza todas las
diversidades propias del objeto de conocimiento.