Nació en la
provincia de Santa Fe en 1936. Es Licenciada en Letras Modernas, por la Universidad
Nacional de Córdoba. Ha escrito cuentos, obras de teatro y libretos de
televisión, además de realizar un importante trabajo de recopilación de
relatos, poemas, dichos y coplas populares. Colaboró en los medios Clarín,
Vivir, Billiken y Humi. Fue directora de colecciones de libros para niños;
coordinadora de talleres de escritura y grupos de reflexión sobre temas de
Literatura y Literatura para niños; coordinadora de talleres y encuentros con
niños y adultos en todo el país; panelista invitada en congresos nacionales e
internacionales.
Palabra propia - Entrevista a Laura Devetach
Los libros, la
escuela, la cultura en los años 60 La poesía presente en los textos de Laura Devetach con su ritmo profundo, el ritmo sabroso de las palabras propias; el camino de
una palabrera y un regalo al final.
Entre todas estas historias de La torre de cubos, se encuentra La Planta de Bartolo, donde Bartolo siembra una planta y al tiempo nacen cuadernos que el regala a los chicos del pueblo. Así los chicos, «escribían y aprendían con muchísimo gusto». Pero sucedió que el vendedor de cuadernos se enojó: primero quiso comprarle la planta a Bartolo y como se negó a venderla, envió a la policía, pero en ese momento llegaron todos los chicos silbando y gritando, «Buen negocio en otra parte, gritó Bartolo secándose los ojos».
Este libro fue prohibido durante la última dictadura militar en nuestro país. Los cuentos de la autora hablaban de la vida cotidiana, por Ej: «los padres que trabajan, tas familias a las que no les alcanza la plata»... Para la dictadura militar, tales calificativos tenía una carga peyorativa. Entre otros argumentos, la prohibición aducía que el libro criticaba «la organización del trabajo, la propiedad privada y el principio de autoridad».
Este libro fue prohibido durante la última dictadura militar en nuestro país. Los cuentos de la autora hablaban de la vida cotidiana, por Ej: «los padres que trabajan, tas familias a las que no les alcanza la plata»... Para la dictadura militar, tales calificativos tenía una carga peyorativa. Entre otros argumentos, la prohibición aducía que el libro criticaba «la organización del trabajo, la propiedad privada y el principio de autoridad».